En Madrid a 24 de Enero de 2021

Angel Molina

Como esas cocineras de películas antiguas, nuestras abuelas y muchas madres, Angel siempre estuvo en la misma Casa, de Comidas. Desde siempre en De la Riva, ese es su curriculum, no hay estrellas, ni recorridos singulares, pocas fotos, menos entrevistas y mucho trabajo, trabajo y más trabajo.

Cuando le conocí hace algo más de 20 años con ocasión de la compra del negocio familiar De la Riva, él ya llevaba allí más del doble de eso. Obdulia, la cocinera de Antonio Maura, le fue enseñando su magia y Angel fue discípulo aventajado de esa tradición antigua, de poca técnica y mucho reiterar. De repetir el mismo ritual de los guisos de siempre para que salgan como siempre. Aunque esto último no sea verdad, no puede serlo, pues cada día es diferente, las temporadas cambian y los ingredientes también, los estados de ánimo y la valoración del cliente, aquí han comido los mejores Callos del Mundo y los buenos. Las impresionantes Patatas con Rodaballo y unas Perdices con personalidad de la casa, pero que nada tenían que ver con aquellas que nos trajo un día el Conde Güell y que son inolvidables. Una vez compre a Ernesto Prieto padre (D.E.P.) un Calamar de 37 Kg, no exagero, tengo fotos ojo, nunca volveré a comer unos Calamares en su tinta igual, o sea exactamente igual, también cayeron encebollados y con Patatas en guiso, lo que fue imposible fue hacer Rabas fritas con ellos, elegir la técnica de cocinado si fue importante es este caso.

Este 31 de Enero después de haber seguido un año más en jubilación activa, Angel decide que se retira definitivamente y le pasa el relevo a Miguel Velasco. Todos estos años juntos, con Mantilla, con Jesus que también en un mes se retira parcialmente han sido para mí aprendizaje, vaya trabajadores, que sentido de la responsabilidad, del deber, como apoyan a su empresario de palabra y obra a diario y como marcan el camino a los que llegan para que aprovechen el lugar y sus peculiaridades, las leyes de España que les amparan y las condiciones de trabajo, seguridad y aprendizaje para prosperar. Daré un detalle peculiar, entre estos cuatro profesionales de la hostelería suman más de 150 años de trabajo en De la Riva. Pues bien nunca les he cursado una baja por enfermedad, nunca les he visto ir en dirección contraria a donde se reclamaba su servicio, nunca han rehuido encargo, cambio de servicio, horario o reconversión, trabajar con este tipo de personas es edificante y te hace sentirte orgulloso del lugar.

Angel se jubila después de compartir conocimiento, cariño y amor por el trabajo. Representa el verdadero potencial de este sector, lejos de los focos mediáticos y los halagos franceses, yo no soy “ilustrado”. Angel Molina es uno de esos Reyes del Delantal Desconocido, desde colegios, residencias, polígonos, hospitales, tabernas y Casas de Comidas reivindican un oficio necesario e imprescindible. Le he dirigido como he podido en De la Riva, no es fácil. Gracias a él he conocido el verdadero lujo. Está más cerca del tenedor de acero “inolvidable” que se dobla, que de la cuchara de Alpaca. No hace falta el Solomillo Wellington, al lado de esa placa con un delantero de Pecho de ternera que lleva horas asando en el horno. Lujo de Flanes y Natillas, Cuajadas y Torrijas. Lujo de persona, sin alardes, sin reivindicaciones, un tipo duro porque el trabajo lo es, pero solo hasta que el peligro ha pasado.

Me ha dicho que ya quiere descansar, quiere cuidar de su Loli, de su padre 94 años, de su hija Cristina, ir a ver a Berlín a su hijo Alvaro. Quiere viajar, ir a la Opera, ambas cosas serán nuestro regalo de jubilación, aunque haya de posponer su disfrute.
Nos abrimos paso con orgullo a tu nueva etapa, pues nos dejas un legado de sabiduría y buen hacer a Miguel Velasco y al resto del equipo que has ido trabajando día a día y que los que seguimos en esta que siempre será tu casa, agradecemos y respetamos.

Gracias pues Angel por estos maravillosos años, por tu actitud y aptitud, por tu hardware y tu software, que nos dejas en herencia. Por tu sonrisa y por tu mala leche, sin ella tampoco podríamos haber dado aquel servicio que termino a las 5.30 de la mañana. Sé que tienes tus planes y que vendrás a vernos a menudo. Y tú sabes que cuentas con todos nosotros para lo que sea, que De la Riva siempre será tu casa y que todos los que nos quedamos a proseguir con el trabajo de Obdulia, Paulino, Jose Gil, Lucio estamos muy orgullosos de haber trabajado contigo, de haberte respetado y de quererte, y no solo porque a diario nos hicieras la comida.

Muchas gracias Angel

Un abrazo, salud y pedal y Viva España!!

Pepe Morán.